El mejillón es un molusco muy conocido por su presencia en zonas rocosas de la costa. Pruébelos ahora y deguste su exquisito sabor y jugosa carne preparándolos de diversas maneras.
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Producto vivo, fresco o cocido
Los mejillones son unos de los moluscos más conocidos debido a su presencia en zonas de costa rocosa. Estos animales viven en comunidades enormes adhiriéndose firmemente a las rocas donde azotan las mareas y la materia orgánica es abundante.
Este animal se alimenta del plancton y otras partículas que filtra mediante sus branquias. Estos increíbles animales son capaces de filtrar hasta 8 litros por hora para alimentarse.
Su color es negro con tonos marrones, y su carne presenta tonos anaranjados que lo diferencian de otras especies de moluscos. Este animal cuenta con un pie con el que se adhiere a las rocas, la glándula del biso.
Los mejillones gozan de un gran número de propiedades increíblemente buenas para la salud y la gran variedad de preparados que permiten hacen que sea un plato común en nuestra cultura.
Son innumerables las recetas que se pueden preparar con este delicioso molusco pero la más sencilla y con la que más se potencia su aroma y sabor es con su cocción al vapor.
Lo primero y más importante es limpiarlos bien, eliminando los restos de sus cáscaras y las barbas que sobresalen. Poner debajo del grifo con agua fuerte corriendo y picar el perejil y la parte verde de una cebolleta. Seguidamente, poner en una cazuela los mejillones, medio vaso de vino blanco, medio vaso de caldo de pescado y la cebolleta. Cuando el agua haya hervido, colar los mejillones y servirlos calientes. Añadir por encima el perejil, una pizca de pimienta negra molida, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y la piel de una lima rayada.
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